IMÁGENES: Antonio Meucci. Su vida y la Revolución Industrial.

Póster: Meucci y la electrodeposición

DOCUMENTOS: Deposición electrolítica.

Póster: Meucci y los sistemas de iluminación artificial

DOCUMENTOS: Introducción a los sistemas de iluminación artificial

DOCUMENTOS: Contexto histórico de la vida de Antonio Meucci

Póster: Meucci y los polímeros plásticos

DOCUMENTOS: Introducción a los polímeros plásticos.

¿Pero quién fue Antonio Meucci?

Fue un italiano que nació en 1808, es decir, que nació antes de que Italia dejara de ser una simple expresión geográfica y se convirtiera en un país unificado y este factor fue determinante en el desarrollo de su vida. Meucci estudió en la Academia de Bellas Artes y fue técnico teatral, trabajó en el Teatro della Pergola, un lugar fundamental para la Ópera en el siglo XIX. Pero también fue patriota y revolucionario y por esto tuvo que emigrar, a Cuba primero y a Estados Unidos después. En el teatro della Pergola inventó un tubo acústico para que desde el escenario se pudiera comunicar con los tramoyistas que trabajaban dieciocho metros más arriba, un invento que adoptaron todos los grandes teatros europeos de la época. En Cuba, en cambio, Meucci investigó sobre la electricidad, se hizo rico con un método para galvanizar metales que vendió al ejército de Cuba para que pudiera tener los sables yelmos y botones más brillantes de todo el Caribe y utilizó la electricidad para intentar curar reuma y artrosis. Una noche de 1849 un hombre que tenía terribles dolores en la cabeza le pidió a Meucci que lo curara: Meucci no se hizo de rogar, le aplicó un electrodo debajo de la lengua, después se fue a otra habitación sujetando en la mano otro electrodo para calcular la descarga y aplicó la electricidad. Y en ese momento, del electrodo que Meucci tenía en la mano, salieron unas palabras que el enfermo había pronunciado en la otra habitación. La historia no ha recogido cuáles fueron estas palabras, pero Meucci afirmó que, al oírlas, se dio cuenta de que la electricidad podía trasportar la voz humana. Esto pasó en 1949, cuando Antonio Meucci tenía 41 años y … Graham Bell dos...

Antonio Meucci. El cable del destino

Espectáculo de narración oral y música sobre la vida del italiano Antonio Meucci, primer inventor del teléfono. La narración se alterna con música e intervenciones técnicas que explican las características de algunos inventos de Meucci.
Este espectáculo pretende dar a conocer en Europa la historia de Antonio Meucci, el primer inventor del teléfono como ha reconocido, en 2002, el Congreso de los Estados Unidos de América. A través de la narración de la vida de este italiano, patriota y amigo de Garibaldi, se pretende dar cuenta de la situación de los estudios científicos en el campo de la electricidad, las comunicaciones y la química entre 1850-1875 de forma asequible para un público joven y adulto sin conocimientos del tema.

La investigación y elaboración está a cargo de cinco personas: Domingo González Ramos (ingeniero de telecomunicaciones, de Telefónica); Alessandra Rombolà (flautista, profesora del Conservatorio Profesional “Victoria de los Ángeles de Madrid); Marina Sanfilippo (profesora de la Facultad de Filología de la UNED y narradora teatral); Guillermo San Miguel Alfaro (profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros e Industriales, Universidad Politécnica de Madrid) y Magdalena Labarga (directora de escena). Sanfilippo se encargará de contar la vida de Antonio Meucci y las razones que lo llevaron a inventar el teléfono. Su intervención se alternará con las de Domingo González Ramos que explicará las distintas invenciones de Meucci (desde los tubos acústicos utilizados en los teatros europeos en el siglo XIX a todo lo relacionado con el teléfono); de Alessandra Rombolà que acompañará la narración con músicas de la época y de San Miguel que se ocupará de otras invenciones de Meucci relacionadas con la química. Se contará con la dirección escénica y el asesoramiento de Magdalena Labarga y con la colaboración de la soprano Cristina López López para fragmentos cantados.